jueves, 17 de mayo de 2012

Electricidad

El consumo de energía es uno de los grandes medidores del progreso y bienestar de una sociedad. El concepto de "crisis energética" aparece cuando las fuentes de energía de las que se abastece la sociedad se agotan. Un modelo económico como el actual, cuyo funcionamiento depende de un continuo crecimiento, exige también una demanda igualmente creciente de energía. Puesto que las fuentes de energía fósil y nuclear son finitas, es inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser abastecida y todo el sistema colapse, salvo que se descubran y desarrollen otros nuevos métodos para obtener energía: éstas serían las energías alternativas.
En conjunto con lo anterior se tiene también que el abuso de las energías convencionales actuales hoy día tales como el petróleo la combustión de carbón entre otras acarrean consigo problemas de agravación progresiva como la contaminación, el aumento de los gases invernadero y la perforación de la capa de ozono.
La discusión energía alternativa/convencional no es una mera clasificación de las fuentes de energía, sino que representa un cambio que necesariamente tendrá que producirse durante este siglo. Es importante reseñar que las energías alternativas, aun siendo renovables, también son finitas, y como cualquier otro recurso natural tendrán un límite máximo de explotación. Por tanto, incluso aunque podamos realizar la transición a estas nuevas energías de forma suave y gradual, tampoco van a permitir continuar con el modelo económico actual basado en el crecimiento perpetuo. Es por ello por lo que surge el concepto del desarrollo sostenible.

Dicho modelo se basa en las siguientes premisas:
  • El uso de fuentes de energía renovable, ya que las fuentes fósiles actualmente explotadas terminarán agotándose, según los pronósticos actuales, en el transcurso de este siglo XXI.
  • El uso de fuentes limpias, abandonando los procesos de combustión convencionales y la fisión nuclear.
  • La explotación extensiva de las fuentes de energía, proponiéndose como alternativa el fomento del autoconsumo, que evite en la medida de lo posible la construcción de grandes infraestructuras de generación y distribución de energía eléctrica.
  • La disminución de la demanda energética, mediante la mejora del rendimiento de los dispositivos eléctricos (electrodomésticos, lámparas, etc.)
  • Reducir o eliminar el consumo energético innecesario. No se trata sólo de consumir más eficientemente, sino de consumir menos, es decir, desarrollar una conciencia y una cultura del ahorro energético y condena del despilfarro.

La producción de energías limpias, alternativas y renovables no es por tanto una cultura o un intento de mejorar el medio ambiente, sino una necesidad a la que el ser humano se va a ver abocado, independientemente de nuestra opinión, gustos o creencias.
La energía solar tiene dos características importantes: su condición de energía prácticamente inagotable y el hecho de ser no contaminante. Además, es una fuente de energía disponible, en cualquier parte del planeta, pudiendo ser colectada en el lugar de su utilización.
El aprovechamiento de la energía solar que llega a la tierra, puede ser recogida a través de colectores solares y convertida en alguna forma de energía para su utilización directa. En general, se clasifica a los colectores solares de acuerdo con el proceso de conversión: foto térmica y fotovoltaica. La primera convierte la energía solar en energía térmica a diferentes temperaturas según el tipo de colector que se utilice; la segunda, convierte directamente la energía solar en energía eléctrica. 
Cualquiera de sus dos formas de aprovechamiento pueden ser aplicadas aquí en la Provincia de Formosa debido esencialmente a su ubicación geográfica respecto de la radiación solar. En ambos casos, el costo de inversión es alto, pero superior es el beneficio, a corto plazo, en lo económico y en lo ecológico, ya que estamos hablando de generación de energía sin producción de desechos ni quema de combustibles cualquiera sea su origen. Muchos de los países industrializados, dependientes de los combustibles fósiles o minerales para la generación de energía eléctrica convencional, están hoy invirtiendo en la instalación de plantas generadoras de energía solar fotovoltaica o térmica, para frenar el calentamiento global que está sufriendo el planeta degenerando nuestro medio ambiente de manera acelerada y alarmante.
Muchos dirán que la energía solar es aún muy cara para su explotación, pero si no iniciamos ese proceso, nunca lograremos bajar los costos. Se necesita abaratar los costos de producción de los insumos para su explotación de manera masiva, permitiendo y facilitando la adquisición de dichos insumos a través de proyectos o entidades financieras estatales que den el paso inicial en la lucha contra el calentamiento global. Es el estado en su calidad de salvaguarda de sus ciudadanos el que tendría que iniciar el proceso de desacelerar el consumo de combustibles fósiles y minerales a fin de frenar el calentamiento global.
Pensemos en el planeta que le dejaremos a las generaciones futuras, pensemos en nuestros nietos y en los hijos y nietos de estos. Pensemos en el mañana.

MAPA TERMICO CON LA INCIDENCIA DE LA RADIACION SOLAR